lunes, 19 de noviembre de 2012

Cuida a tu pareja.


Cuida a tu pareja

Padre: Ricardo Bulmez. (Venezolano)
Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos, que lo inseguro.

Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende. ¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.
¿Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre»? No, ¿verdad?. Pero han oído mucho, «allí va mi ex pareja». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años». Ella está allí, ella está segura.
Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo. Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura.
Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí. Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.
Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.
Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días. Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así. No se quiere a nadie más por no querer al otro.
Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.
Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más. El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Este Taller es un buen regalo de navidad, para esa persona a quien tanto aprecias: Te aseguro que no lo olvidará nunca. !!Decídete!!


miércoles, 14 de noviembre de 2012




UN EMPUJÓN PARA CERRAR LA TARDE: 
Hoy concluye la serie de los diez pergaminos de la obra: "El Vendedor Más Grande del Mundo". del escritor norteamericano Og Mandino. Estoy seguro que los disfrutaron todos y compartieron con sus hijos, esa era la idea.

El Pergamino numero diez.

¿Que hombre tiene tan poca fe que en un momento de gran desastre y de angustia no haya invocado a su Dios? ¿quién no ha clamado cuando se ha visto confrontado con el peligro, la muerte o un misterio superior a su comprensión o experiencia normal? ¿de dónde procede este profundo instinto, que se expresa por la boca de todos los seres vivientes en momentos de peligro?

Agite la mano con rapidez ante los ojos de alguno, y sus párpados pestañearán. Dele a otro un golpecito en la rodilla y la pierna le dará un salto. Confronte a otro con una historia de horror y sus labios dirán: "Dios mío", en virtud del mismo impulso.

Mi vida no tiene que estar saturada de religión para reconocer este gran misterio de la naturaleza. Todos los seres que andan por la tierra, incluso el hombre, poseen el instinto de clamar pidiendo ayuda. ¿Por qué es que poseemos este instinto, este don?

¿No son nuestros clamores una forma de oración? ¿No sería incomprensible, en un mundo gobernado por las leyes de la naturaleza, otorgar a un cordero o a una mula, o a un pajarillo o al hombre el instinto de clamar pidiendo ayuda, si alguna mente superior no hubiese también determinado que el clamor fuese escuchado por un poder superior con la habilidad de escuchar y de responder a nuestro clamor? De aquí en adelante oraré, pero mis clamores que pidan ayuda serán solamente clamores en demanda de dirección.

Nunca oraré pidiendo las cosas materiales de este mundo. No estoy llamando a un sirviente para que me traiga alimentos. 
No le estoy ordenando a un fondista o mesonero para que me proporcione habitación. No pediré jamás que se me otorgue oro o amor o buena salud o victorias mezquinas o la fama o el éxito o la felicidad. Solo oraré por directivas y orientaciones a fin de que se me señale el camino para alcanzar estas cosas y mi oración será contestada siempre.

Quizá recibiré la dirección y orientación que busco, o tal vez no, pero ¿no son estas dos cosas una respuesta? Si el niño le pide pan a su padre, y el padre no se lo da, ¿no le ha respondido el padre?. Oraré pidiendo directivas y orientación, y oraré como un vendedor, de esta manera:

Oh creador de todas las cosas, ayúdame. Porque hoy me interno desnudo y solo en el mundo, y sin tu mano que me guíe me extraviaré del camino que conduce al éxito y a la felicidad.

No pido oro ni ropas ni aun las oportunidades en consonancia con mi habilidad; en cambio guíame a fin de que adquiera habilidad para aprovechar mis oportunidades.

Tú le has enseñado al león y al águila cómo cazar y prosperar con sus colmillos y garras. Enséñame a cazar con palabras y a prosperar con amor para que sea león entre los hombres y águila en el mercado.

Ayúdame a permanecer humilde en los obstáculos y fracasos; pero no ocultes de mi vista el premio que acompañará a la victoria.

Asígname tareas en cuyo desempeño otros hayan fracasado; pero guíame a fin de que pueda arrancar de entre sus fracasos las semillas del éxito. Confróntame con temores que templen mi espíritu; pero concédeme el valor de reírme de mis dudas.

Dame los días suficientes para alcanzar mis metas; pero ayúdame a vivir hoy como si
fuera mi último día.

Guíame en mis palabras a fin de que produzcan frutos; pero sella mis labios a la murmuración y que nadie sea calumniado.

Disciplíname a fin de que adquiera el hábito de no cejar nunca; pero muéstrame cómo usar la ley de los promedios. Pónme alerta a fin de reconocer la oportunidad; pero otórgame la paciencia que concentrará mis fuerzas.

Báñame en buenos hábitos para que los malos se ahoguen; pero dame compasión para las debilidades de los hombres. Déjame saber que todo pasará; pero ayúdame a contar mis bendiciones de hoy.

Expónme ante el odio para que no me sea extraño; pero llena de amor mi copa a fin de que pueda convertir a los extraños en amigos.

Pero que todas estas cosas sean así si es tu voluntad. Soy tan solo un pequeño y solitario grano de uva que se aferra a la vid, y sin embargo me has hecho distinto de todos los demás. En realidad debe existir un lugar especial para mí. Guíame. Ayúdame. Señálame el camino.

Déjame llegar a ser todo lo que tienes planeado para mí desde que seleccionaste y planeaste mi semilla para que germinara en la viña del mundo.

Ayuda a este humilde vendedor.

Guíame, Dios.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Diez Consejos, para tu autoestima. (Desconozco el autor)



Diez consejos para tu autoestima.
1. Deja de criticarte
Si te dices a ti mismo que, pase lo que pase, estás bien y vales, puedes cambiar con facilidad tu vida. Pero, si te dices que estás mal, te resultará enormemente difícil lograrlo. Tu capacidad para adaptarte y avanzar con el proceso de la vida es tu poder. Acéptate tal y como eres ahora.
2. Deja de asustarte
Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Tomamos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Transforma tu pensamiento en una imagen de placer.
3. Sé amable, cariñoso y paciente contigo mismo
Sé delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres. No te castigues por los errores. Si estás dispuesto a utilizarlos para aprender y crecer, entonces te servirán como un peldaño hacia la realización total en tu vida.
4. Aprende a ser cariñoso con tu mente
No te odies por tener pensamientos negativos. Puedes considerar que estos pensamientos te “construyen”, y no que te “derriban”. Ser cariñosos contigo mismo quiere decir dejar de culparte, dejar de sentirte culpable, acabar con todo castigo y con todo dolor. Utiliza la relajación, la meditación y la visualización.
5. Elógiate
La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder. Cuando te desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa. Permítete aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.
6. Amarte significa apoyarte
Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. En lugar de intentar hacerlo todo solo, pide ayuda. Aprende a pedir, para que los demás puedan aprender a dar.
7. Ama tus rasgos negativos.
Todos ellos forman parte de tu creación. Sea cual sea el problema que tengas, tú contribuiste a crearlo con el fin de manejar ciertas situaciones. Sean cuales fueren tus pautas negativas, puedes aprender a satisfacer esas necesidades de forma más positiva. Puedes dejar marchar con amor esos patrones negativos.
8. Cuida tu cuerpo
Considera tu cuerpo una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas y cuidas tu casa. Así pues, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo. Es bueno hacer ejercicio y adoptar una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas. Es necesario que te perdones y dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo.
9. Trabaja con el espejo
Es importante trabajar con el espejo para descubrir la causa de un problema que te impide amarte. Por la mañana, te puedes mirar en el espejo y decirte: “Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?”. Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia. Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacia ti mismo mirándote en el espejo
10. Ámate ya, ahora mismo
Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No esperes a que las cosas te vayan mejor, te encuentres bien, tengas pareja o trabajo.  Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas.