Amig@ todo saldrá bien. Ya lo verás. Vas camino hacia lo mejor y llegar ahí solo es cuestión de tiempo.
Recuerda otros momentos de tu vida, momentos en los que te preguntaste si acaso podrías superar la adversidad. Y al final, siempre pudiste.
Trata de pensar en eso ahora, mientras miras en tu interior. Date el tiempo necesario para vivir en carne propia todo lo que estás sintiendo. Tiempo para manejar y disfrutar las emociones, y tiempo para escabullirte hasta ese lugar que está en lo más profundo de ti, donde te sientes más afianzado, y a salvo. Ese lugar es fuerte y auténtico, y vive en ti con más belleza de la que supones.
La ayuda está aquí, por si la necesitas, pero lo que más te ayudará es recordar esto: “Si eres capaz de darle una oportunidad a todas las cosas, todo saldrá bien. Te lo prometo. Si tu corazón está en el lugar correcto, ¿qué más queda?”
Después de pasar por diferentes situaciones en que la adversidad parecía acompañarte, en que pensaste quizás que todo iba mal y seguiría así por siempre; que veías muros y sentías estar atrapado entre cuatro paredes que parecían no poder derrumbarse.
Tal vez, ahora que estás fuera y ves la vida con otros ojos te des cuenta que no siempre lo malo estará rondándonos, que es parte del vivir de cada una de las personas, que salir de esas situaciones solo depende de nosotros mismos, de cómo tomemos las cosas. Todo por más malo que parezca tiene algo de positivo que quizás en ese momento no te das cuenta, pero con el tiempo aprendes a ver.
No te niegues la oportunidad de volver a empezar, no te niegues la oportunidad de volver a confiar, no te niegues la oportunidad de volver a vivir, no te niegues el poder ser feliz. Perdona y Vive…