viernes, 6 de enero de 2012

El precio del éxito.


Existen personas que se han destacado en la historia de la humanidad por las grandes cosas que han logrado en los negocios, la política, el arte, la ciencia, la religión, etc.

Haciendo un estudio de las biografías de estas personas podemos extraer un conjunto de cualidades que se repiten en todas ellas en mayor o menor cantidad.

Probablemente ninguno de nosotros va a integrar ese selecto grupo de personas. Sin embargo, resulta interesante analizar qué han tenido en común y lo que puede resultarnos de utilidad para lograr los objetivos de  nuestras vidas. Todos podemos imitar a aquellos que han sabido descollar por los logros que obtuvieron.

Las personas que se han destacado siempre han puesto pasión en lo que han hecho. No se alcanza la grandeza sin la pasión por ser y hacer algo grande.

Todos han demostrado tener fe en lo que eran y en lo que podían llegar a ser. Recuerda que para que algo sea posible primero tienes que estar convencido de que lo es.

Todos han sabido comprender el valor de la estrategia.  No basta con tener la disponibilidad de algo; hay que saber como utilizarlo para que dé el mayor rendimiento posible.

Han manifestado tener claridad de valores. Para mantener una constancia en la acción es muy importante tener claro qué es lo importante para uno, qué es lo que vale la pena. Los valores son sistemas de creencias que nos permiten juzgar lo que está bien o mal.

En todos ellos ha estado presente la energía. Por más de que toda obra comience como un pensamiento, se necesita una acción física para llevarla a cabo. No se llega al éxito caminando a paso moderado.

Han tenido capacidad para establecer buenas relaciones personales.  El verdadero triunfador sabe aunar otras voluntades a la suya y hacer que el triunfo sea de muchos.

Han demostrado tener capacidad de comunicación consigo mismos y con los demás. La comunicación adecuada es fundamental para persistir en la acción, y la comunicación con las otras personas permite lograr el apoyo de las mismas para nuestros fines.

En resumen, el estudio demuestra que el éxito se consigue sabiendo lo que se quiere y estando dispuesto a pagar el precio que ello demanda.

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