Con algo de retraso, pero con mucho gusto, aquí está el segundo
pergamino del éxito.
Espero les sea de utilidad. RRL.
Porque este es el secreto más grande del
éxito en todas las empresas. La fuerza muscular podrá partir un escudo y aun
destruir la vida, pero solo el poder invisible del amor puede abrir el corazón
del hombre, y hasta que no domine este arte no seré más que un mercachifle en
el mercado. Haré del amor mi arma más poderosa y nadie a quien yo visite, podrá
defenderse de su fuerza.
Podrán contradecir mi razonamiento; podrán
desaprobar mi manera de vestir; podrán rechazar mi rostro, y hasta podrán
sospechar de mis ofertas especiales; y sin embargo mi amor les derretirá el
corazón, al igual que los rayos del sol entibian la más fría arcilla.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y cómo lo haré? De aquí en adelante
contemplaré todas las cosas con amor y naceré de nuevo. Amaré al sol porque me
calienta los huesos; pero también amaré la lluvia porque purifica mi espíritu.
Amaré la luz porque me señala el camino; pero también amaré la oscuridad porque
me señala las estrellas. Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón;
pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma. Reconoceré la recompensa
porque constituye mi pago; pero también daré acogida a los obstáculos porque constituye
para mi un desafío.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y cómo hablaré? Elogiaré a mis enemigos y
se convertirán en amigos míos. Animaré a mis amigos y se volverán mis hermanos.
Ahondaré siempre en busca de razones para elogiar; nunca me allanaré a buscar
excusas para el chisme. Cuando sienta la tentación de criticar, me morderé la
lengua; cuando me sienta inspirado a elogiar, lo proclamaré a los cuatro vientos.
¿No sucede que los pájaros, el viento, el
mar y la naturaleza toda hablan con la música de la alabanza para su creador?
¿No puedo acaso hablar con la misma música a sus hijos? De aquí en adelante
recordaré este secreto que cambiará mi vida.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y cómo procederé? Amaré a todas las clases
de hombres porque cada uno tiene sus cualidades dignas de ser admiradas aunque
quizá estén ocultas. Derribaré la muralla de sospecha y de odio que han
construido alrededor de sus corazones, y en su lugar edificaré puentes para
llegar por ellos a sus almas.
Amaré al que tiene ambiciones porque podrá
inspirarme; amaré a los que han fracasado porque pueden enseñarme. Amaré a los
reyes porque son solamente humanos; amaré a los humildes porque son divinos.
Amaré a los ricos porque sufren la oscuridad; amaré a los pobres porque son
tantos. Amaré a los jóvenes por la fe a que se aferran; amaré a los ancianos
por la sabiduría que comparten. Amaré a los hermosos por sus ojos de tristeza;
amaré a los feos por sus almas saturadas de paz.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y como reaccionaré ante la conducta de los
demás? Con amor. Porque así como el amor es el arma con la que me propongo
abrir el corazón del hombre, el amor es también mi escudo para resistir los
dardos de odio y las lanzas de ira. La adversidad y el desánimo azotarán cual
huracán mi nuevo escudo, hasta quedar finalmente reducidos a fina lluvia. Mi
escudo me protegerá en el mercado, me sostendrá cuando estoy solo. Me
estimulará en momentos de desánimo, pero también me calmará en épocas de gozoso
transporte. Con el uso se fortalecerá y me protegerá cada vez más, hasta que un
día lo pondré a un lado y caminaré sin estorbos entre todos los hombres, y
cuando lo haga, mi nombre será enarbolado bien alto en la pirámide de la vida.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
¿Y cómo me enfrentaré con las personas con
quienes me encuentro? De una sola manera. En silencio y en mi fuero interno me
dirigiré a él y le diré que le amo. Aunque dichas en silencio estas palabras se
reflejarán en mis ojos, serenarán mi frente, harán que una sonrisa se asome en
mis labios, y harán eco en mi voz; y su corazón se abrirá. ¿Y quién es aquel
que se negará a comprar mis mercaderías cuando en su corazón sienta mi amor?
Saludaré este día con amor en mi corazón.
Y principalmente me amaré a mi mismo.
Porque cuando lo hago, vigilaré celosamente todo lo que entra en mi cuerpo, mi
mente, mi alma y mi corazón. Nunca jamás mimaré los apetitos de la carne, sino
que más bien trataré mi cuerpo con limpieza y moderación. Nunca permitiré que
mi mente sea atraída por el mal y la desesperación, sino más bien la estimularé
con los conocimientos y la sabiduría de los siglos. Nunca le permitiré a mi
alma que se vuelva complaciente y satisfecha; por el contrario la alimentaré
con la meditación y la oración. No permitiré nunca que mi corazón se
empequeñezca o se amargue; sino más bien lo compartiré y crecerá y alegrará la
tierra.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
De aquí en adelante amaré a toda la
humanidad. Desde este momento todo el odio ha sido extraído de mis venas,
porque no tengo tiempo para odiar, solo tengo tiempo para amar. desde este
momento doy el primer paso requerido para convertirme en un hombre entre los hombres. Con amor aumentaré mis ventas en
un ciento por ciento y me convertiré en un gran vendedor. Aunque no posea otras
cualidades, puedo alcanzar el éxito tan solo con el amor. Sin
este fracasaré aunque posea todos los conocimientos y habilidades del mundo.
Saludaré este día con amor en mi corazón.
1 comentario:
maravilloso, siempre me gusto, lo busque, y lo encontre en este buenisimo blog, gracias
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