Siempre habrá momentos difíciles y días complicados en nuestra vida, que darán la impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que algunos proyectos no estaban destinados a funcionar. Siempre enfrentaremos decepciones, pero también recibiremos bendiciones. Todo lo que debemos hacer es elevarnos por encima de los infortunios.
Deja que la vida te muestre nuevas maneras de encarar esos viejos problemas. Deja que te ofrezca nuevos descubrimientos. Deja que los días desplieguen nuevas posibilidades, sueños que nunca soñaste, y que te regale las semillas de nuevas ideas que nunca sembraste.
Deja que la vida modere tus convicciones y te muestre todo lo que hay oculto en cada escena, la profunda paz del cambio, la majestad de lo que significa tener y ser un amigo, la alegría que se descubre al comprender que nunca es tarde para volver a empezar.
Deja que la vida brinde abundancia a tu alma y a tu corazón. Déjala cantar en ti y mostrarte cómo apuntar a las estrellas. Deja que te ayude a alcanzar todo lo que deseas para ser todo lo que eres.
Se trata de una regla muy sencilla: Cuanto más das, más recibes. Y cuanto más lo hagas, más te gustará hacerlo. Eres una persona maravillosa que merece tener una bella vida y si alguna vez sobreviene la dificultad, tú puedes elevarte por encima de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario