miércoles, 24 de junio de 2020

La Paella Valenciana


Cuentos de Julio (14)
La Paella Valenciana.
Roberto Rolo Luis.



                                                                           
Marlene llegó a la oficina a las 8.30 am, tal como se había convenido, asistir a esta entrevista en la mañana le permitía cumplir con sus labores como docente en el turno de la tarde.

-Buen día Julio: ¿Cómo amaneciste? ¿Cómo están todos por tu casa? Dijo apenas entrar a la oficina, ofreciendo su mano para el saludo.

-Bien Marlene, gracias a Dios todos están en sus actividades. Carlota como tú sabes, atendiendo los asuntos de la casa y los muchachos cada uno para su escuela y el liceo. ¿Quieres tomar café?

-Quiero pero si está guayoyo, es que el café fuerte me hace daño.

Después que se tomaron el café, Marlene dijo: Julio aquí estoy, ¿Qué es lo que me quieres decir?

Julio, comenzó refiriendo la historia de FUNDEI desde su creación, sus objetivos, sus resultados hasta la fecha, la proyección futura y la importancia que tenía para el país el programa nacional de pasantías en las empresas, como parte del programa educativo a nivel técnico y universitario. Luego le dijo que el crecimiento de la fundación en Aragua, requería la incorporación de otra persona que ayudara en las tareas de coordinación y que se preparara para encargarse del capítulo más adelante.

-Me parece interesante todo lo que me has dicho de la fundación, pero ¿es que tú vas a renunciar?

- No Marlene, pero tú sabes que las organizaciones crecen y uno también debe aspirar a otras actividades. Y yo he pensado que tú eres la persona que mejor me puede ayudar y que en muy poco tiempo puede suplirme y pasar a ocupar mi cargo.

-Julio te agradezco la confianza y la propuesta que me estás haciendo, pero eso tengo que pensarlo muy bien y hablarlo con mi esposo antes de tomar una decisión. Yo tengo una familia como tú sabes, y además llevo varios años como empleada del Ministerio de Educación, que no quisiera perder, y tú sabes que esto de FUNDEI es algo que apenas está comenzando. Por eso hoy no te voy a responder nada, dame una semana para hablarlo con Ubaldo, pensarlo con calma y ver si me puedo sumar a esta idea.

El lunes de la semana siguiente Marlene aceptó venir a trabajar a FUNDEI, pero quería hacerlo inicialmente a medio tiempo y en las mañanas, para ir viendo el ambiente y las actividades, y para poder seguir dando clases en el Liceo por las tardes.

Julio le informó al señor Nosti sobre la situación de medio tiempo que proponía Marlene. Nosti después de conocerla y conversar un buen rato con ella, llamó a Julio y le dijo que le parecía una mujer muy profesional y que estaba de acuerdo en que se iniciara a medio tiempo. Antes de concluir le dijo a Julio que  lo acompañara a almorzar ese día.

El almuerzo fue en la Paella Valencia y los atendió el mismo señor Olegario, que era uno de los dueños. Durante el almuerzo Nosti dice que Marlene la pareció una mujer que asumirá las funciones de manera eficiente y que pronto podrá trabajar a tiempo completo.

-Yo creo Julio que esta puede ser una oportunidad para que usted pase a trabajar en la CIEA. En varias ocasiones el Dr. Larrazábal y otros directores me han comentado la necesidad que tenemos de contratar un nuevo gerente para coordinar los programas de la CIEA y atender los asuntos de la Junta Directiva. Han sido ellos quienes me plantearon la posibilidad de que fuera usted quien ocupe ese cargo, pero sin que se afectara FUNDEI.

-¿Qué le parece la noticia, Julio?

-La verdad señor Nosti es que estoy sorprendido y no sé si estaré capacitado para cumplir con esas responsabilidades, yo nunca he incursionado en los temas de la dirección y gerencia de las empresas. No tengo ninguna idea y eso es totalmente nuevo para mí.

-Julio, usted sabe que yo le tengo bastante consideración y lo conozco, se cómo es su forma de trabajar y lo responsable y organizado que es con su trabajo. Por eso estoy seguro que en muy poco tiempo usted estará cómodo con el cargo, aprenderá rápido esas cosas que dice que no sabe, e incluso podrá incursionar y responder asuntos de más nivel. Si usted quiere hablo de esta conversación con el Comité Ejecutivo de la CIEA y les digo para que lo entrevisten, aunque ellos ya lo conocen por los informes que ha presentado en las reuniones de la Junta Directiva.

-Julio se sentía entre presionado y contento por lo que estaba escuchando, hasta ahora no había fracasado en ninguno de sus trabajos anteriores, pero este que le estaban ofreciendo si le parecía difícil. Pero como estaba en confianza dijo: Está bien señor Nosti, sus palabras me motivaron, dígales que estoy dispuesto a aceptar el cargo.

La entrevista fue el jueves de esa misma semana, en la sala de reuniones de la Junta Directiva, estaban presentes el Dr. Eduardo Larrazábal Berrisbeitia, el Dr. Freddy Rojas Parra y el Ing. Jorge Chapellín Bello, quienes conformaban el Comité Ejecutivo de la Cámara. Sería una reunión con los que serían sus futuros jefes.

-Bienvenido Julio, dijo el Dr. Larrazábal en un tono muy cordial. -Voy a ser directo para aprovechar el tiempo ya que después tenemos la reunión de la Junta Directiva. Como usted sabe tenemos la vacante que dejó la Dra. Nelly Márquez como Gerente de la Cámara y en algunas conversaciones con el señor Nosti, hemos barajado la posibilidad de que sea usted quien ocupe el cargo. Algo de su trabajo en FUNDEI ya conocemos, pero nos gustaría hacerle algunas preguntas para abundar más en otros aspectos: -¿Qué le parece?

-De acuerdo, pregunten lo que ustedes quieran saber.

-Para comenzar háblanos un poco de tu familia, dijo el Dr. Freddy Rojas.

Y Julio les habló con la mayor sencillez sobre su esposa, de sus padres, su hermano, sus cuatro hijos y donde estudiaban, y también hizo algunos comentarios sobre sus amistades y la comunidad de vecinos que había en el edificio donde actualmente vivía.

-¿Y antes de trabajar en FUNDEI que hacías? ¿Cómo fue que llegaste a ocupar este cargo? -Preguntó el Ingeniero Chapellín.

Esa respuesta, Julio la comenzó haciendo referencias desde que se inició en Saviram, sus distintos cursos y ascensos desde supervisor en el área de producción, hasta la jefatura de Selección y Adiestramiento, también hizo comentarios sobre la forma en que conoció a Milton Hoyt y la buena amistad que sostenían desde aquel entonces, relación que había dado lugar a que lo recomendara para su ingreso en FUNDEI.

Los tres directores estaban muy atentos a las respuestas de Julio, ninguno repreguntó ni lo interrumpió mientras hablaba.

-Ahora yo no voy a preguntar nada, dijo el Dr. Larrazábal, quiero que sea Julio quien nos haga preguntas a nosotros, para que nos conozca y sepa lo que esperamos del Gerente de la Cámara.

-Para eso no vine preparado, pero en el tiempo que llevo trabajando en FUNDEI he podido apreciar el trabajo que hace el personal administrativo de la Cámara, y las funciones que cumplen, las cuales considero variadas y de mucha importancia. Por eso son muchas las preguntas que les pudiera hacer en este momento, pero como sé que no hay mucho tiempo, quisiera que me dijeran algo sobre la misión de la CIEA.

El Dr. Larrazábal, dijo que en síntesis la misión era fomentar la creación de nuevas empresas y estimular el desarrollo de las ya establecidas, analizar las situaciones que pudieran afectarlas, y defender las libertades económicas.

-¿Y cómo ven ustedes la Cámara dentro de diez años?

El Dr. Freddy Rojas, dijo, nuestra visión es consolidarnos como el máximo representante del sector Industrial del Estado Aragua, fomentando con nuestras acciones la creación de un clima laboral propicio para el desarrollo de la industria.

-¿Y cuáles son los objetivos actuales de la Cámara?

El mismo doctor Rojas respondió: Aspiramos ser un núcleo importante de opinión y coordinación de actividades que ayuden a resolver los  problemas del sector Industrial en nuestro estado. Y fomentar nexos de solidaridad entre los afiliados, y prestarles asistencia técnica, legal, social y administrativa.

-¿Y que esperan ustedes del Gerente de la Cámara?

El Ing. Chapellín dijo: Queremos que sea una persona honesta, discreta, sin problemas de tiempo, responsable, ordenada, polifacético, buen comunicador y que sepa definir y apoyar con información a los directores y afiliados. Para ello contará con un personal administrativo que hay que saber supervisar y mantener motivado.

-¿Y que sueldo voy a ganar? -preguntó Julio.

El sueldo que le ofrecemos será inicialmente un poco menos que lo que devengaba la doctora Márquez, dijo el Dr. Larrazábal, pero será 50% más de lo que usted gana actualmente en FUNDEI. Si acepta, cuente que con el tiempo iremos mejorando las condiciones. -¿Qué le parece?

Y Julio aceptó. Principalmente porque se sintió a gusto durante la entrevista y porque trabajaría en instalaciones que ya conocía y con sus mismos compañeros. Además la circunstancia de trabajar en las mismas instalaciones donde funcionaría FUNDEI, permitiría poder ayudar a Marlene si se presentaba algún asunto que no pudiera resolver.

Ahora el cargo de gerente, le exigía a Julio vestir distinto y usar paltó y corbata ya que en muchas oportunidades debía acompañar a la Junta Directiva a visitas oficiales o institucionales.

Con el dinero de la liquidación de FUNDEI y unos ahorros que tenía, Julio dio la cuota inicial para la compra de un carro nuevo, en el concesionario de la FORD que estaba ubicado en la Av. Bolívar oeste, después del diario El Siglo y que regentaba Silvio Nepa. Se compró un Sierra color gris plomo, del último modelo, y quedó debiendo 24 cuotas que según sus cálculos, podría pagar mensualmente.

Las cosas ahora eran distintas, trabajo, amistades, jefes, carro nuevo y jerarquía ejecutiva. Quien lo iba a pensar, pero había que agarrar el toro por los cachos y aprender aceleradamente todo lo que se hacía en la Cámara como rutina, y lo que se pudiera hacer mejor.

El trabajo parecía agradable para una persona que estaba acostumbrada a leer. Julio comenzaba su día leyendo los titulares de los cuatro diarios regionales y tres nacionales, para separar las noticias que estuvieran referidas a la CIEA o las que a su juicio podían ser de interés para las empresas o alguna de las Comisiones. Estas noticias eran revisadas por el Comité Ejecutivo quien daba el visto bueno para preparar circulares para los afiliados, o para guardarlas en la hemeroteca, donde estarían disponibles para hacer la memoria del ejercicio anual de la Cámara.

Julio poco a poco fue adquiriendo capacidad de síntesis para elaborar las actas de las reuniones de la Junta Directiva. Al principio utilizaba un grabador para poder recordar lo dicho y acordado, todos los asuntos tratados eran muy importantes para él, pero al pasar el tiempo solamente tomaba notas y luego con más experiencia las redactaba de memoria. Estas actas se revisaban los lunes en la reunión del Comité Ejecutivo. A Julio no le gustaba mucho las correcciones que se hacían, pero gracias a ellas fue como adquirió un amplio vocabulario en materia económica y legal, mejoró su ortografía y se le hizo más fácil la redacción de circulares para las empresas y elaborar información para los medios de comunicación social. La emoción de firmar la primera circular con su nombre y apellido como Gerente General de la CIEA, fue un momento muy emocionante. Al pasar el tiempo quedó definido lo que Julio podía firmar como Gerente, lo que debería ser firmado por el Presidente de la CIEA o los Coordinadores de las Comisiones.

Las reuniones de la Junta Directiva se realizaban los jueves a las 6.30 PM y eran como estar presente en una clase de posgrado, por la actualidad e importancia de los temas que se trataban, los cuales casi todos, estaban relacionados con asuntos económicos, políticos, sociales y legales de las empresas. Y Julio fue aprendiendo.

Algunas veces después de finalizar las reuniones, habían directores que se quedaban en la sala compartiendo informalmente sobre algún tema  que no había sido tratado en la agenda, y estando en esas reuniones Julio fue haciendo amistad con varios de ellos.

En diciembre se realizó la primera “Cena del Industrial Aragüeño” la cual se llevó a cabo en las instalaciones del “Country Club de Maracay”. Esta actividad fue una prueba para la capacidad organizativa de Julio y del personal administrativo de la Cámara. Había que hacer algo grande, nutrido en asistencia, bonito y elegante. Esa noche se esperaba que  asistieran como invitados de honor: El Dr. Rafael Caldera, Presidente de la Republica, El Doctor José Casanova Godoy, Gobernador del Estado Aragua, Otto Juan Reich,  Embajador de los Estados Unidos. El Ministro de Fomento. El Ministro del Trabajo. El Presidente de Fedecamaras y el Presidente de Conindustria, entre otras personalidades del mundo político y empresarial venezolano.

La logística requería de un esfuerzo bien coordinado por parte de todo el personal de la Cámara y solamente se contaba con un mes para hacerlo. Había que diseñar, mandar a imprimir, distribuir y hacer seguimiento a las tarjetas de invitación que se enviarían e ir confirmando la asistencia para poder determinar el número de mesas y sillas que harían falta, así como la cantidad de mesoneros, licor y comida que se serviría. La ayuda del Comité de Damas en los detalles de esta actividad resultó invalorable y muy acertada, ya que fueron ellas las encargadas de seleccionar los colores de los manteles, las vajillas, cubiertos y el menú que se ofrecería. Otro aspecto de mucha importancia era la entrega de las invitaciones para que los medios de comunicación regional y nacionales asistieran, y así lograr la mayor cobertura noticiosa del evento. 

Esa noche de diciembre, se realizó en el Country Club de Maracay una de las mejores actividades del mundo social y empresarial que se había realizado en el estado Aragua, no solo por la elegancia del evento y las personalidades que asistieron, sino por la cantidad de información que se produjo durante la cena, y las declaraciones que se dieron a la Prensa, Radio y Televisión…

Concluida la cena y cuando ya comenzaban a retirarse los invitados del salón, el señor Nosti llamó a Julio a un lugar aparte y le dijo: …  (continuará)


viernes, 12 de junio de 2020

Marlene tenía el turno de la tarde.


Cuentos de Julio (13)
Marlene tenía el turno de la tarde.
Por: Roberto Rolo Luis.

Después de leer los estatutos de FUNDEI y otros documentos relacionados con las pasantías,  Julio aceptó el reto y preparó un borrador de lo que consideraba sería un plan de trabajo, el cual presentó el lunes siguiente al señor Nosti, quien después de leerlo y hacer algunas preguntas estuvo de acuerdo y le propuso que lo acompañara a la reunión de Junta Directiva de la CIEA para presentarlo como el nuevo Coordinador Ejecutivo de la fundación, y presentar ese documento para escuchar cualquier comentario o recomendación de los directores.

Ese jueves también asistió a la reunión, Milton Hoyt en su carácter de directivo y el periodista Ramón Pinedo Pino, quien vino a despedirse formalmente ya que él había sido el Secretario Ejecutivo de la Comisión Educación e Industria.

El presidente de la CIEA para ese momento era el Dr. Eduardo Larrazábal Berrisbeitia, el vicepresidente el Dr. Freddy Rojas Parra y el Tesorero el Ing. Jorge Chapellín Bello.  Ellos tres conformaban el Comité Ejecutivo. En la reunión de ese día estaban presentes casi todos los directores. El señor Nosti cuando correspondió el punto de agenda, correspondiente a FUNDEI, presentó a Julio como el nuevo Director Ejecutivo.  Luego intervino el señor Ramón Pinedo Pino para agradecer el apoyo que había recibido de parte de los directores e informó que se iba a trabajar a tiempo completo en el Aragüeño donde tendría una página semanal, que saldría publicada los lunes y que se llamaría “ARAGUA EMPRESARIAL”.

Julio estaba nervioso, tenía que hablar ante esas personas a quienes veía por primera vez, entre los cuales el único conocido era Milton Hoyt. Menos mal que en la mañana, pensando en hacer una buena presentación, había preparado 4 láminas de acetato para utilizarlas con el retroproyector y facilitar su intervención, sobre el programa que esperaba realizar frente a FUNDEI. Los directores de la Cámara se mantuvieron atentos y comentaron favorablemente el plan de trabajo que acababan de conocer, lo ordenado de la presentación y las explicaciones a sus preguntas. Al concluir la reunión varios de los directivos se acercaron  al señor Nosti, para desearle éxitos a FUNDEI y a Julio el nuevo Director Ejecutivo.

Julio no conocía al personal administrativo de la Cámara, ni ellos lo conocían a él. La oficina que iba a utilizar aún no tenía muebles. Era la que estaba ubicada junto a la que ocupaba la doctora Nelly Márquez, la Gerente General de la CIEA.

Julio comenzó a trabajar el día siguiente después de la reunión con los directores. Ese día en la mañana la Dra.  Márquez lo fue presentando uno a uno, a quienes desde ese momento serían sus compañeros de trabajo, porque si bien era cierto que Julio no trabajaba para la CIEA, FUNDEI había sido una creación del sector industrial y no debía estar sin el apoyo que logísticamente le podía prestar la Cámara. Después presentarlo a todos los trabajadores de la CIEA le mostró un área donde había un Fax, un quemador de esténciles, una fotocopiadora y un multígrafo, en este lugar se reproducían las circulares y correspondencias que se hacían llegar regularmente a los afiliados.

Julio continuó asistiendo a todas las reuniones de la Junta Directiva de la Cámara, prestando mucha atención a como se desarrollaban los puntos de la agenda, la secuencia de las mismas, de las intervenciones de la Dra. Márquez y de los directores. Cuando el señor Nosti no podía asistir por estar de viaje, fue Julio quien informó y respondió las preguntas de los directores,  que casi siempre eran sobre la marcha del programa y la firma de convenios con las empresas.

El sueldo de Julio debía generarse de los ingresos que obtuviese la Fundación de los aportes de los socios fundadores y de los miembros patrocinantes, quienes estaba previsto que aportaran como donación, un monto anual para cubrir los gastos operativos.

La respuesta de las empresas al inicio de las actividades de FUNDEI no fue muy buena, para el Programa Nacional de Pasantías en la Industria (PNPI) ya que no era muy conocido, y ante el mismo la respuesta de algunas empresas fue de indiferencia. Incluso hubo quienes dijeron que el decreto no la obligaba al cumplimiento del programa. No fue fácil sembrar la idea, había que ser persistente y Julio lo era.
En más de una oportunidad la quincena de Julio fue pagada con recursos particulares del señor Nosti, quien si creía en el programa. Parecía que lo de las pasantías no iba a funcionar, pero Julio había elaborado un plan y estaba comprometido con lograrlo, así que para dar a conocer más los objetivos de la fundación, comenzó a escribir circulares que se enviaban con la mensajería de la Cámara a las empresas afiliadas, para ir creando consciencia sobre el programa y motivar la firma de convenios de pasantías en Aragua.

En este mismo orden de ideas, Julio también tomó la iniciativa de relacionarse con los Directores Ejecutivos de los capítulos de Lara, Carabobo y Zulia, con quienes estableció amistad y compartió varias experiencias que sirvieron para ir adecuando la estrategia en Aragua.

Además de las circulares, Julio también preparaba notas de información que enviaba a los Jefes de Información de los diarios regionales. En este aspecto la ayuda del señor Ramón Pinedo desde el “Diario El Aragüeño” y su página semanal “Aragua Empresarial”, fueron muy importantes; Ramón era un convencido de los objetivos que se querían alcanzar y por eso todas las semanas publicaba alguna información relacionada con el PNPI y el Capítulo de FUNDEI en Aragua. Esa presencia institucional en las páginas del “Diario El Aragüeño”, facilitó que los diarios “El Siglo” y el “Imparcial” se sumaran y comenzaran a apoyar con publicaciones los objetivos de la fundación y sus programas.

Como los resultados del PNPI habían comenzado a mejorar desde que comenzaron las publicaciones en los diarios regionales, Julio decidió escribir una carta a los Jefes de Información del Diario “El Carabobeño” en Valencia, “El Impulso” en Lara,” El Universal”, en Caracas y “Panorama” en el Zulia, para pedirles su apoyo y lograr que la información que se generaba en el Capítulo, también fuese publicada en sus páginas regularmente. Y así fue como poco a poco, el nombre de Fundei Capitulo Aragua, comenzó a estar presente en varios diarios del  país y posicionarse como una fundación de unión entre el sector educativo y el empresarial.

Los representantes del sector educativo de Aragua a nivel medio, técnico y superior siempre estuvieron  pendientes de las oportunidades de pasantías, y visitaban la oficina de FUNDEI casi diariamente en procura de información sobre las mismas. Esto permitió que Julio pudiera conocer y establecer amistad con varios profesores. Poco a poco se fueron firmando convenios de pasantías, con empresas de Maracay, Cagua, Turmero, Villa de Cura, Tejerías, que recibían bachilleres de Escuelas Técnicas Industriales y estudiantes de Administración, Ingeniería Mecánica, Eléctrica y Química de diferentes Universidades Nacionales. La oferta estudiantil superaba con creces la demanda de las empresas, que aún no veían la utilidad del programa como fuente de reclutamiento, o para adelantar algunos proyectos.

Pasado el tiempo FUNDEI Aragua, gracias a la constancia, se fue posicionando en el sector industrial como una fundación privada, sin fines de lucro, que se desempeñaba como organismo vinculante entre la educación y la industria. Progresivamente se comenzaron a recibir llamadas y visitas de los coordinadores de las Universidades e Institutos Tecnológicos de otros estados del país, ofreciendo alumnos para realizar pasantías en Aragua, lo cual aumentaba la presión de trabajo. Por las mañanas, el tiempo de Julio era para atender llamadas y vistas, planificar entrevistas con los gerentes de las empresas y responder correspondencias. Por las tardes iba en su carro a visitar empresas en diferentes zonas industriales del estado, para firmar convenios y motivar el patrocinio de las empresas.

El trabajo era duro pero estaba resultando. Hubo días en que Julio, por tener su carro accidentado, debió ir a Cagua y Villa de Cura en autobús y luego caminar por las zonas industriales buscando la empresa donde tenía la reunión acordada.  El señor Nosti y los directivos de la CIEA sabían el trabajo que se estaba haciendo y estaban satisfechos. En las reuniones de FUNDEI Nacional también se comenzaba a hablar del PNPI en Aragua.

Había transcurrido un poco más de dos años, y Julio ya contaba con la importante ayuda de Judith Espinoza como secretaria. Por esos días también, coincidió que la Dra. Márquez presentara su renuncia como Gerente General de la CIEA, para dedicarse a ejercer y atender asuntos profesionales.

Todos los lunes a las 7.30 de la mañana Julio y el señor Nosti se reunían en CAPACO, oportunidad que servía para informar sobre los resultados y novedades de la semana anterior,  y para la firma de los cheques de la quincena cuando correspondía. Uno de esos lunes, con fecha cercana a la quincena, después de firmar los cheques, el señor Nosti dijo:

-Julio usted ya tiene más de dos años con nosotros y ha hecho un buen trabajo, sin lugar a dudas. Y yo sé que no está ganando lo que merece, pero como usted sabe los ingresos que tenemos en la fundación no permiten mejorar su sueldo como yo quisiera. Por eso he estado pensando en el futuro y creo que usted debería ir buscando a una persona que lo apoye con las tareas de la fundación, una persona que tenga potencial y la capacidad organizativa para seguir adelante y suplirlo a usted, en caso que tuviera que cambiar de empleo o recibiera alguna oferta de trabajo que lo motivara más.

Julio se quedó sorprendido, con esas palabras: -Señor Nosti es cierto que yo no estoy ganando lo suficiente, pero si a usted le dijeron que yo estoy pensando en irme de FUNDEI le han informado mal, yo estoy contento de trabajar con usted, le agradezco la confianza que me tiene y disfruto del trabajo que hago en completa libertad. Su comentario me ha sorprendido y me  hace suponer que hay algo más detrás de sus palabras.

-Julio hoy no le puedo decir más nada; solo le adelanto que lo que se proyecta en el ambiente de la Cámara será bueno para usted y su futuro. Ponga empeño en encontrar a esa persona, entrénela  bien y pronto estaremos conversando sobre este asunto.
Julio quedó entre sorprendido y contento, lo que había escuchado no era un reproche ni una advertencia, pero quedó presente en su mente la intriga. Sea lo que sea voy a buscar a esa persona, si tengo alguien que me ayude esto va a seguir avanzando. Voy a averiguar si alguna de las licenciadas que hicieron el trabajo de encuestadoras el año pasado, ya está graduada y quiere asumir este reto. Las llamó, pero ambas ya estaban trabajando en su área profesional.

Una noche antes de quedarse dormido, Julio recordó que con motivo de una visita de trabajo a “Sudamtex de Venezuela” había conocido al Lic. Ubaldo Quevedo, que  Gerente de Selección y Adiestramiento y la misma persona que había estado con su esposa, en el cumpleaños de Milton. La esposa de Ubaldo se llama Marlene, y dijo que era Licenciada en Educación, y que se encontraba ejerciendo como docente en uno de los Liceos de Maracay. Durante esa noche, mientras conversaban y vieron algunas películas, Julio pudo apreciar la personalidad, formación y profesionalismo de Marlene.

 -¿Y qué pasa si mañana llamo a esta señora, le recuerdo donde nos conocimos  y le propongo venga a conversar conmigo mañana

en la oficina?

Marlene vino temprano, tenía el turno de la tarde y conversaron durante dos horas… (Continuará)

jueves, 4 de junio de 2020

Un decreto presidencial y un nuevo embarazo.


Cuentos de Julio (12)
Un decreto presidencial y un nuevo embarazo.
Roberto Rolo Luis

Como el taller de “Herrería La Estrella” ahora lo tenía su hermano, a Julio ya no le hacía falta la camioneta Pickup y la cambió por un Volkswagen de color azul claro.

Ese viernes de marzo, de 1977, a primera hora de la mañana entró a la oficina Reinaldo, un joven que cumplía funciones como mensajero interno de la empresa, traía en sus manos un sobre blanco que habían dejado en la vigilancia la tarde del día anterior.
El sobre venía dirigido al Departamento de Adiestramiento de Saviram, C.A, a la atención del señor Julio. Dentro estaba una nota escrita a mano por el señor Milton Hoyt, donde invitaba a Julio y a su esposa a que vinieran a su apartamento esa misma noche, para compartir y conversar sobre algunas cosas relacionadas con su trabajo.

Julio y Carlota asistieron a la invitación. Después de los saludos y de compartir un sabroso jugo de parchita y unas galletas, Milton pasó al estudio con Julio,  y Rosita y Carlota se fueron a conversar cosas de mujeres en el balcón del apartamento.

Milton inició la conversación disculpándose con Julio por haberse tenido que retirar de la empresa, después de haberlo convencido para que se quedara trabajando con él. Le dijo que había recibido una llamada del dueño de la empresa donde trabajaba, para proponerle regresar a su mismo cargo y con una importante mejora en el sueldo, lo cual no pudo rechazar. Julio le dijo, Milton yo supuse que algo así había pasado, lo entiendo y no te preocupes lo importante es que mantenemos nuestra amistad.

Luego Milton le comenzó a referir que había sido miembro de la “Comisión de Educación e Industria de la Cámara de Industriales del Estado Aragua” una comisión que ahora  se había transformado en fundación. Añadió que esa “Comisión Educación Industria” que tenía alcance nacional, había sido creada en El Consejo Venezolano de la industria (CONINDUSTRIA) por iniciativa del Doctor Roberto Salas Capriles, que era su presidente. De allí entonces que las distintas Cámaras regionales comenzaran a crear comisiones similares para contribuir con los objetivos y programas que se estaban generando desde CONINDUSTRIA.

Bueno Julio, esa es mi historia en la cuestión gremial y además soy miembro del Rotary Club de Maracay, pero de eso te hablaré en otra oportunidad, ahora si te voy a dar la información para lo cual te invité a venir esta noche.

-La situación es que la Comisión Educación e Industria, por razones de estrategia, desapareció como figura legal y nació la “Fundación Educación Industria FUNDEI” a nivel nacional, y por ese motivo las Cámaras de Industriales de cada estado ya han comenzado a constituir Capítulos de esa fundación y en este momento ya existen en Aragua, Miranda, Carabobo, Lara, Zulia y Guayana. Y otra cosa,, quizás la más importante, se acaba de promulgar un decreto presidencial, que da nacimiento al Programa Nacional de Pasantías en la Industria (PNPI) que será coordinado y manejado por FUNDEI en todo el país.

 -¿Qué te parece ahora la idea?

-Interesante lo de las pasantías y que las empresas y la educación se acerquen e intercambien conocimientos Milton  -¿Pero dónde crees tú que encajo yo en esta idea?

-Julio, como te dije ya existe “FUNDEI Capitulo Aragua” el cual funcionará en las mismas instalaciones de la “Cámara de Industriales del Estado Aragua” CIEA.  El presidente de FUNDEI en Aragua es el señor José Nosti, quien es mi amigo, es Vicepresidente de CAPACO y uno de los  Directores de la CIEA.

Hasta hace poco las funciones de secretario de la Comisión Educación e Industria de Aragua, las había venido cumplido el señor Ramón Pinedo Pino, quien es excelente persona y periodista del Diario El Aragüeño; pero ahora que hay que coordinar un Programa Nacional de Pasantías, Ramón, responsablemente informó, que  por razones de tiempo no puede encargarse de los dos trabajos. Y el señor Nosti me pidió que lo ayudara a conseguir una persona que se pudiera encargar de esta función. Y yo pienso que tú eres la más indicada.

-¿Qué te parece la idea?

-Gracias Milton por tu confianza y por tenerme en cuenta a pesar de que nos conocemos desde hace muy poco tiempo. Amigo todo eso que me has dicho es nuevo para mí, ese sería un trabajo completamente diferente a lo que he venido haciendo en toda mi vida, sería como comenzar mi vida laboral completamente  de nuevo y por lo que veo no hay nada técnico que resolver y mi experiencia previa no tendría ninguna aplicación. Por lo que veo en este trabajo lo que predomina son asuntos de relaciones públicas, promoción, coordinación y administración. La verdad es que me cuesta un poco aceptar la propuesta que me estás haciendo, y siento que me hace falta más información para estar seguro y poder decidirme.

-Tranquilo Julio, yo había pensado que me dirías algo así y lo entiendo, pero por lo reciente de su creación yo tampoco tengo más información sobre FUNDEI, pero no te preocupes, no hay problema, te voy a presentar al señor José Nosti que es el presidente y la persona que mejor podrá responder a tus inquietudes. Mañana por la mañana  lo llamo para que te reciba  y te aviso.

La reunión con el señor Nosti se realizó a las 8.30 am del miércoles de la semana siguiente, en la Sala de reuniones de la Junta Directiva de CAPACO, en la Av. Aragua de Maracay.

Apenas  llegar fue recibido por una de las secretarias.

- Pase adelante señor Julio y siéntese un momento que ya el señor Nosti viene. -¿Quiere tomar café? 

-Si por favor, tráigame un poquito.

Le trajeron el café y un vaso con agua. La sala era muy  sobria en sus colores y mobiliario, no tenía ventanas que conectaran con otros ambientes de la planta ni de las oficinas, alrededor de una mesa rectangular de madera pulida, había seis sillas tapizadas en tela de color verde. En la pared estaban colgados el mapa de Venezuela y tres cuadros de unos señores, debajo de los cuales estaban sus nombres, recuerdo que los apellidos de dos de ellos, eran Zarraga Tellería y el otro nombre era José Nosti Luis.

-Buen día, dijo extendiendo su mano con energía apenas llegar, soy José Nosti Luis. Disculpe que lo haya hecho esperar un poco pero estaba haciendo un recorrido por la planta. Milton me ha hablado muy bien de usted y lo recomienda para que sea el Coordinador Ejecutivo de FUNDEI Capitulo Aragua. Vamos a conversar un poco para conocernos.

La entrevista duró un poco más de una hora. El señor Nosti era de origen Cubano y tenía más de 40 años en Venezuela, durante toda la reunión se mostró afable con Julio y se interesó por conocer detalles  sobre su vida familiar, le preguntó dónde vivía, donde habían nacido  sus padres, sobre su educación y su experiencia laboral. Julio en vista del carácter abierto y amigable que mostraba el señor Nosti, fue explicando y respondiendo con amplitud todas las preguntas que le fue formulando.

-¿Bueno Julio y usted que quiere usted preguntarme?

-Señor Nosti, Milton me estuvo hablando la semana pasada  sobre la historia y los antecedentes de Fundei, pero sobre la forma de operar y los objetivos que ahora se esperan alcanzar, me dijo que sería usted quien mejor me podría informar. Por eso quiero que me haga una descripción desde su posición como presidente de FUNDEI y lo que se espera que yo haga.

-Mire Julio, debo hablarle con franqueza para que todo quede claro entre nosotros desde el principio, cuando esto era una comisión de la Cámara de Industriales del Estado Aragua yo estaba mejor informado de los detalles operacionales, pero ahora que pasó a ser una fundación que se dirige a nivel nacional, no es mucho lo que conozco o pueda decirle en este momento, de la forma como va a operar. Como usted ya sabe  esto es nuevo y lo mejor que podemos hacer para que aclare sus inquietudes, es que hable con el señor Ramón Pinedo Pino, que es la persona que ha estado con nosotros desde el principio y quien mejor puede responder a sus preguntas. Hágale una vista y luego conversamos.

-Me parece bien señor Nosti, yo pienso que para poder tener éxito en este trabajo o en cualquier otro que yo acepte, primero debo tener una idea de lo que se espera de mí y los objetivos que se persiguen para poder identificarme con ellos y así poder tener mi propio plan de acción como empleado. Hablaré con el señor Ramón Pinedo y le llamaré.

Esa era la primera vez que Julio iba a las instalaciones de la CIEA, que estaban ubicadas en los locales 11 y 12 en la mezzanina del edificio CAPCIMIDE, en Maracay.

Ramón Pinedo Pino era un señor de edad, quien lo recibió muy amigablemente en la recepción de la CIEA, donde se sentaron a conversar. Después de los temas preliminares para irse conociendo, el señor Pinedo le dijo a Julio que a él le gustaba lo que hacía, pero que por razones de tiempo no podría combinar el trabajo de la fundación, con su cargo de periodista en el Diario El Aragüeño.
Refirió que FUNDEI nacional había realizado el año pasado una encuesta en todas las empresas del país,  para ponderar las necesidades de pasantes que pudieran tener las empresas, y que esa información sería el soporte para dar inicio a un programa nacional de pasantías, pero en Aragua hasta ese momento, no se habían recibido ningún lineamiento y por eso es que no había nada comenzado.

Los documentos y archivos que estaban relacionados con la anterior Comisión y ahora con la Fundación, estaban guardados en una caja  de cartón, donde estaban también las actas de las reuniones de la antigua comisión educación industria y otros documentos que se habían venido generando y recibiendo.

-El señor Nosti me dijo ayer que lo informara de todo y que le diera copia de lo que usted pidiera, por eso es mejor que sea usted mismo quien revise la caja donde están los documentos y diga cuales quiere que le saquen copia. Como usted ve señor Julio esto está comenzando,  no tenemos papelería y aún no se ha definido cuál será el espacio de estas oficinas que utilizará FUNDEI, ni de dónde saldrán los recursos para pagar el sueldo al personal que se contrate.

-¿Y usted va dejar su trabajo en SAVIRAM para aceptar este puesto?

Julio no respondió y se llevó para su casa una copia del Decreto presidencial 1982, los estatutos de FUNDEI, y otras carpetas con folletos, actas y documentos.

Al llegar, Carlota le preguntó para qué era ese montón de papeles que traía, y Julio le explicó las entrevistas que había tenido y algunos detalles del trabajo que le estaban ofreciendo.

-¿Y a ti cómo te fue con el medico esta mañana, que te dijo?

-Agárrate Julio, me dijo que estoy embarazada.

Y esto continúa…