Cuentos de Julio (12)
Un decreto presidencial y
un nuevo embarazo.
Roberto Rolo Luis
Como
el taller de “Herrería La Estrella” ahora lo tenía su hermano, a Julio ya no le
hacía falta la camioneta Pickup y la cambió por un Volkswagen de color azul
claro.
Ese
viernes de marzo, de 1977, a primera hora de la mañana entró a la oficina Reinaldo,
un joven que cumplía funciones como mensajero interno de la empresa, traía en
sus manos un sobre blanco que habían dejado en la vigilancia la tarde del día
anterior.
El
sobre venía dirigido al Departamento de Adiestramiento de Saviram, C.A, a la atención
del señor Julio. Dentro estaba una nota escrita a mano por el señor Milton Hoyt,
donde invitaba a Julio y a su esposa a que vinieran a su apartamento esa misma
noche, para compartir y conversar sobre algunas cosas relacionadas con su trabajo.
Julio
y Carlota asistieron a la invitación. Después de los saludos y de compartir un sabroso
jugo de parchita y unas galletas, Milton pasó al estudio con Julio, y Rosita y Carlota se fueron a conversar cosas
de mujeres en el balcón del apartamento.
Milton
inició la conversación disculpándose con Julio por haberse tenido que retirar
de la empresa, después de haberlo convencido para que se quedara trabajando con
él. Le dijo que había recibido una llamada del dueño de la empresa donde
trabajaba, para proponerle regresar a su mismo cargo y con una importante mejora
en el sueldo, lo cual no pudo rechazar. Julio le dijo, Milton yo supuse que
algo así había pasado, lo entiendo y no te preocupes lo importante es que
mantenemos nuestra amistad.
Luego
Milton le comenzó a referir que había sido miembro de la “Comisión de Educación
e Industria de la Cámara de Industriales del Estado Aragua” una comisión que
ahora se había transformado en
fundación. Añadió que esa “Comisión Educación Industria” que tenía alcance
nacional, había sido creada en El Consejo Venezolano de la industria
(CONINDUSTRIA) por iniciativa del Doctor Roberto Salas Capriles, que era su
presidente. De allí entonces que las distintas Cámaras regionales comenzaran a crear
comisiones similares para contribuir con los objetivos y programas que se
estaban generando desde CONINDUSTRIA.
Bueno
Julio, esa es mi historia en la cuestión gremial y además soy miembro del
Rotary Club de Maracay, pero de eso te hablaré en otra oportunidad, ahora si te
voy a dar la información para lo cual te invité a venir esta noche.
-La
situación es que la Comisión Educación e Industria, por razones de estrategia, desapareció
como figura legal y nació la “Fundación Educación Industria FUNDEI” a nivel
nacional, y por ese motivo las Cámaras de Industriales de cada estado ya han comenzado
a constituir Capítulos de esa fundación y en este momento ya existen en Aragua,
Miranda, Carabobo, Lara, Zulia y Guayana. Y otra cosa,, quizás la más
importante, se acaba de promulgar un decreto presidencial, que da nacimiento al
Programa Nacional de Pasantías en la Industria (PNPI) que será coordinado y
manejado por FUNDEI en todo el país.
-¿Qué te parece ahora la idea?
-Interesante
lo de las pasantías y que las empresas y la educación se acerquen e
intercambien conocimientos Milton -¿Pero
dónde crees tú que encajo yo en esta idea?
-Julio,
como te dije ya existe “FUNDEI Capitulo Aragua” el cual funcionará en las
mismas instalaciones de la “Cámara de Industriales del Estado Aragua” CIEA. El presidente de FUNDEI en Aragua es el señor
José Nosti, quien es mi amigo, es Vicepresidente de CAPACO y uno de los Directores de la CIEA.
Hasta
hace poco las funciones de secretario de la Comisión Educación e Industria de
Aragua, las había venido cumplido el señor Ramón Pinedo Pino, quien es excelente
persona y periodista del Diario El Aragüeño; pero ahora que hay que coordinar
un Programa Nacional de Pasantías, Ramón, responsablemente informó, que por razones de tiempo no puede encargarse de
los dos trabajos. Y el señor Nosti me pidió que lo ayudara a conseguir una
persona que se pudiera encargar de esta función. Y yo pienso que tú eres la más
indicada.
-¿Qué
te parece la idea?
-Gracias
Milton por tu confianza y por tenerme en cuenta a pesar de que nos conocemos
desde hace muy poco tiempo. Amigo todo eso que me has dicho es nuevo para mí,
ese sería un trabajo completamente diferente a lo que he venido haciendo en
toda mi vida, sería como comenzar mi vida laboral completamente de nuevo y por lo que veo no hay nada técnico
que resolver y mi experiencia previa no tendría ninguna aplicación. Por lo que
veo en este trabajo lo que predomina son asuntos de relaciones públicas, promoción,
coordinación y administración. La verdad es que me cuesta un poco aceptar la
propuesta que me estás haciendo, y siento que me hace falta más información
para estar seguro y poder decidirme.
-Tranquilo
Julio, yo había pensado que me dirías algo así y lo entiendo, pero por lo
reciente de su creación yo tampoco tengo más información sobre FUNDEI, pero no te
preocupes, no hay problema, te voy a presentar al señor José Nosti que es el presidente
y la persona que mejor podrá responder a tus inquietudes. Mañana por la mañana lo llamo para que te reciba y te aviso.
La
reunión con el señor Nosti se realizó a las 8.30 am del miércoles de la semana
siguiente, en la Sala de reuniones de la Junta Directiva de CAPACO, en la Av.
Aragua de Maracay.
Apenas
llegar fue recibido por una de las
secretarias.
- Pase
adelante señor Julio y siéntese un momento que ya el señor Nosti viene. -¿Quiere
tomar café?
-Si
por favor, tráigame un poquito.
Le
trajeron el café y un vaso con agua. La sala era muy sobria en sus colores y mobiliario, no tenía
ventanas que conectaran con otros ambientes de la planta ni de las oficinas, alrededor
de una mesa rectangular de madera pulida, había seis sillas tapizadas en tela
de color verde. En la pared estaban colgados el mapa de Venezuela y tres cuadros
de unos señores, debajo de los cuales estaban sus nombres, recuerdo que los
apellidos de dos de ellos, eran Zarraga Tellería y el otro nombre era José
Nosti Luis.
-Buen
día, dijo extendiendo su mano con energía apenas llegar, soy José Nosti Luis.
Disculpe que lo haya hecho esperar un poco pero estaba haciendo un recorrido
por la planta. Milton me ha hablado muy bien de usted y lo recomienda para que
sea el Coordinador Ejecutivo de FUNDEI Capitulo Aragua. Vamos a conversar un
poco para conocernos.
La
entrevista duró un poco más de una hora. El señor Nosti era de origen Cubano y
tenía más de 40 años en Venezuela, durante toda la reunión se mostró afable con
Julio y se interesó por conocer detalles sobre su vida familiar, le preguntó dónde
vivía, donde habían nacido sus padres, sobre
su educación y su experiencia laboral. Julio en vista del carácter abierto y
amigable que mostraba el señor Nosti, fue explicando y respondiendo con
amplitud todas las preguntas que le fue formulando.
-¿Bueno
Julio y usted que quiere usted preguntarme?
-Señor
Nosti, Milton me estuvo hablando la semana pasada sobre la historia y los antecedentes de
Fundei, pero sobre la forma de operar y los objetivos que ahora se esperan
alcanzar, me dijo que sería usted quien mejor me podría informar. Por eso
quiero que me haga una descripción desde su posición como presidente de FUNDEI
y lo que se espera que yo haga.
-Mire
Julio, debo hablarle con franqueza para que todo quede claro entre nosotros desde
el principio, cuando esto era una comisión de la Cámara de Industriales del
Estado Aragua yo estaba mejor informado de los detalles operacionales, pero
ahora que pasó a ser una fundación que se dirige a nivel nacional, no es mucho
lo que conozco o pueda decirle en este momento, de la forma como va a operar. Como
usted ya sabe esto es nuevo y lo mejor que
podemos hacer para que aclare sus inquietudes, es que hable con el señor Ramón
Pinedo Pino, que es la persona que ha estado con nosotros desde el principio y quien
mejor puede responder a sus preguntas. Hágale una vista y luego conversamos.
-Me
parece bien señor Nosti, yo pienso que para poder tener éxito en este trabajo o
en cualquier otro que yo acepte, primero debo tener una idea de lo que se
espera de mí y los objetivos que se persiguen para poder identificarme con
ellos y así poder tener mi propio plan de acción como empleado. Hablaré con el
señor Ramón Pinedo y le llamaré.
Esa
era la primera vez que Julio iba a las instalaciones de la CIEA, que estaban
ubicadas en los locales 11 y 12 en la mezzanina del edificio CAPCIMIDE, en
Maracay.
Ramón
Pinedo Pino era un señor de edad, quien lo recibió muy amigablemente en la
recepción de la CIEA, donde se sentaron a conversar. Después de los temas
preliminares para irse conociendo, el señor Pinedo le dijo a Julio que a él le
gustaba lo que hacía, pero que por razones de tiempo no podría combinar el
trabajo de la fundación, con su cargo de periodista en el Diario El Aragüeño.
Refirió
que FUNDEI nacional había realizado el año pasado una encuesta en todas las
empresas del país, para ponderar las
necesidades de pasantes que pudieran tener las empresas, y que esa información
sería el soporte para dar inicio a un programa nacional de pasantías, pero en
Aragua hasta ese momento, no se habían recibido ningún lineamiento y por eso es
que no había nada comenzado.
Los
documentos y archivos que estaban relacionados con la anterior Comisión y ahora
con la Fundación, estaban guardados en una caja de cartón, donde estaban también las actas de
las reuniones de la antigua comisión educación industria y otros documentos que
se habían venido generando y recibiendo.
-El
señor Nosti me dijo ayer que lo informara de todo y que le diera copia de lo
que usted pidiera, por eso es mejor que sea usted mismo quien revise la caja
donde están los documentos y diga cuales quiere que le saquen copia. Como usted
ve señor Julio esto está comenzando, no
tenemos papelería y aún no se ha definido cuál será el espacio de estas
oficinas que utilizará FUNDEI, ni de dónde saldrán los recursos para pagar el
sueldo al personal que se contrate.
-¿Y
usted va dejar su trabajo en SAVIRAM para aceptar este puesto?
Julio
no respondió y se llevó para su casa una copia del Decreto presidencial 1982,
los estatutos de FUNDEI, y otras carpetas con folletos, actas y documentos.
Al
llegar, Carlota le preguntó para qué era ese montón de papeles que traía, y
Julio le explicó las entrevistas que había tenido y algunos detalles del
trabajo que le estaban ofreciendo.
-¿Y
a ti cómo te fue con el medico esta mañana, que te dijo?
-Agárrate
Julio, me dijo que estoy embarazada.
Y
esto continúa…
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