viernes, 23 de septiembre de 2011

ESCUCHA TU CORAZON


Eran un anciano y un niño que viajaban con un burro. Cuando atravesaban un pueblo, un grupo de niños se rió de ellos gritando:

- ¡Mira qué par de tontos! Tienen un burro y van los dos andando. Por lo menos el viejo podría subirse. Entonces el anciano se subió al burro y ambos siguieron la marcha. Al pasar otro pueblo, algunas personas se indignaron al ver al viejo sobre el burro y dijeron:

- Parece mentira. Ese viejo cómodamente sentado en el burro y el pobre niño caminando. Viejo y niño intercambiaron sus puestos. Al llegar a la siguiente aldea, la gente comentó:

- ¡Esto sí que es intolerable! El muchacho sentado en el burro y el pobre anciano caminando a su lado.  Así las cosas, el viejo y el niño se subieron al burro. Poco después venía un grupo de campesinos por el camino y les dijeron:

- ¡Es vergonzoso lo que haces! Vas a reventar a ese pobre animal. El viejo y el niño tomaron la determinación de cargar al burro sobre sus hombros, pero entonces la gente se mofó de ellos diciéndoles:

- Nunca vimos gente tan boba. Tienen un burro y en lugar de montarlo, lo llevan a cuestas. De repente el burro se revolvió con fuerza y se desplomó por un barranco, hallando la muerte. El viejo, entonces le dijo al muchacho:

- Nieto querido, si escuchas las opiniones de los demás y les haces caso, acabarás más muerto que este burro. Cierra tus oídos a la opinión ajena y  escucha únicamente la voz de tu corazón.

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