El domingo 18 de mayo de 1828, Bolívar que se encontraba descansando en su casa de Bucaramanga le dijo a su edecán, el coronel Luis Perú de Lacroix: «-Creen que soy estéril, pero tengo pruebas de lo contrario». Esta breve confesión, que transcribió De Lacroix en sus memorias, fue la pista que 164 años después sirvió de pretexto al historiador colombiano Antonio Cacua Prada para iniciar una investigación que concluyó en una gran revelación: Bolívar tuvo, al menos, cuatro hijos.
Según esa investigación, que publicó Plaza & Janés bajo el título “Los hijos Secretos de Bolívar”, el general fue el padre de la socialista francesa Flora Tristán, quien acuñó la frase de proletarios de todo el mundo, uníos .
Cacua Prada sostiene que Bolívar tuvo dos hijos con Teresa Lainsney, una joven de origen francés a quien conoció en París. Uno de ellos murió a los diez años, dice el historiador, mientras que Flora sí sobrevivió. Se apellidó Tristán porque Teresa que tenía 18 años estaba casada con Mariano Tristán, un coronel del ejército español de sesenta años, quien sí era estéril . Los amoríos de Bolívar y Teresa nunca fueron conocidos por Tristán.
Flora Tristán fue la madre del pintor Paul Gauguin que vendría a ser nieto de Bolívar.
Bolívar también concibió un hijo con Margarita Camacho de Benalcázar, una muchacha de Piedecuesta (Santander). Sus nietos, Antonio y Manuel Camacho, reconocieron la descendencia de Bolívar en una carta fechada en Quito, el 11 de mayo de 1828 y que enviaron a don Rafael María de Guzmán.
El cuarto hijo de Bolívar fue José Costas, fruto de los amores con la boliviana, de Potosí, María Costas.
María, dice Cacua Prada, era esposa de un militar argentino, quien se enteró de los deliquios de su cónyuge con Bolívar y la repudió. Meses después nació José. Cuando Bolívar se enteró dispuso todo lo necesario para que la bella potosina fuera con su hijo hasta Lima, donde lo conoció y protegió .
Cacua Prada reconoce que Bolívar, durante su vida amorosa, se cuidó mucho de las niñas de la alta sociedad; las prefirió entre las esclavas, campesinas y gentes sencillas .
Bolívar, dice Cacua, nada pierde de sus gloriosas hazañas guerreras si se relatan sus otras proezas de alcoba. Al contrario, esta humanización lo acerca más a los mortales.
... Yo tuve en mi biblioteca un ejemplar de este libro de Antonio Cacua Prada y lamentablemente, a quien se lo presté nunca me lo regresó.
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