Hace años, había un valor que hoy parece estar en decadencia: la palabra como compromiso. Cuando se cerraba un negocio o se llegaba a un acuerdo, las personas se daban la mano. Este gesto valía más que un documento. En muchos casos no se firmaban papeles y se cumplían a cabalidad los compromisos adquiridos. La sociedad respetaba esta norma y esta costumbre. Quien defraudaba esta confianza perdía el respeto de sus semejantes y era muy raro que esto ocurriese. Hoy, quien sabe por que razón, las cosas han cambiado.
1 comentario:
Lo peor de hoy en día es que ya ni siquiera la palabra escrita, la firma, es un símbolo de confianza. ¿Cuántas veces se hacen cheques que no están respaldados? Se han perdido los valores porque el único dios es el dinero. Hay que volver a Dios, al Creador y sus valores.
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