“Perdonar no significa aceptar cualquier cosa que otro haya hecho, como el maltrato, la violencia o la deshonestidad. No es humillarse, reprimir el enojo, hacer como si no pasara nada o perdonar por lástima. Tampoco es hacernos amigos de quien nos ha hecho daño y descuidar nuestra seguridad. El acto de perdonar no es un hecho altruista orientado hacia los demás, sino que es una actitud inteligente que beneficia física y emocionalmente al que perdona, porque elimina los sentimientos que pueden llegar a perjudicarlo severamente.” (.. tomado del material de mi próximo taller.)
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